domingo, 14 de octubre de 2012

RAMBLA DE LAS MAHOMAS

Perales Jr. y Perales Sr. hemos hecho hoy una bonita y entretenida ruta, pero no recomendable para quienes no sienten atracción por la arena (como es mi caso) y no les gusta echar pie a tierra.

La dirección que hemos seguido no ha sido la habitual subiendo a Almagro por la mina de Los Tres Pacos, sino subiendo por Los Guirados, y la verdad es que merece la pena. Al principio, cuando cogemos la rambla de Los Guirados nos encontramos con que el camino que conduce al Saltador ha desaparecido, pero ya empieza a ser transitado y puede hacerse, con los inevitables atascos en la arena, sin ningún problema: sólo un poquito más lento que antes de las lluvias, pero nada más. Cuando tomamos el desvío a la izquierda, ya en la rambla de las Mahomas, la arena se pone un poco más pe

sada, sobre todo al pasar el cortijo en alto que hay a la derecha. Desaparece toda huella de camino, sólo se ven la rodadas de un par de intrépidos ciclistas que nos precedieron hace pocos días, o quizás fuera un sólo ciclista que más adelante, al hacerse la rambla intransitable, lo pensó mejor y volvió por donde había subido. La verdad es que conforme vamos subiendo, las dificultades van aumentando y, de vez en cuando, tenemos que echar pie a tierra.



No obstante, continuamos pues conocemos el paraje y sabemos que ya no queda mucho para coger el camino que nos lleva hasta el asfalto junto a la salida para el cortijo del Soto. Acertamos con nuestra decisión a sabiendas de que el lecho de la rambla se pondría peor. Y así fue: es natural, pues 240 litros de agua por metro cuadrado en muy pocas horas tienen que notarse. En consecuencia, la rambla termina por hacerse impracticable: saltos (pequeñas cascadas, algunas con restos de agua todavía), hoyos profundos, piedras de todos los tamaños... y ni un sólo milímetro para que una rueda pueda ejercer sus funciones. Así que, unas veces empujando a la bici, otras tirando de ella, alcanzamos por fin el camino y termina nuestro "sufrimiento" placentero. Los demás ya lo conocéis, pero con los efectos de los 240 litros de agua mencionados.
En definitiva, ha merecido la pena.
PD: A mi querido tocayo y amigo Beltrán quiero decirle que tenía yo razón... y me alegro, no por tener yo la razón, sino porque la ruta ha sido variada y divertida. Ahí lleváis el track:

http://connect.garmin.com/activity/233253710

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