El sábado día 1 aparecíamos en escena Diego Peregrín y yo, Diego se está leyendo todas las crónicas anteriores VandeRuta con la intención de ir eligiendo alguna rutilla que le resulte interesante; fruto de esta investigación propone una etapa algo durilla para él que desestimamos (porque para mi tb lo sería que ya no somos los mismos de antes…); pero Diego contaba con un plan B. ¿qué fue de aquellos días en que todo se decidía de camino al pantano?
La ruta alternativa era la realizada hace pocas semanas de Guazamara a los Lobos y por rambla hasta Villaricos… Algarrobina y Cuevas.
A las 9:00am ya se encontraba mi compañero de ruta en el lugar acordado, y sin ninguna demora emprendemos el viaje, los km cercanos a Cuevas no suponían ninguna novedad para Diego, pero a medida que avanzábamos por el camino Real o camino de Lorca… (que es el camino antiguo que se usaba para ir a tal localidad) Diego iba poco a poco encontrándose más desorientado por lo que íbamos buscando lugares conocidos que nos sirviesen de referencias aunque fuesen lejanas.
El agua de riego de algunas fincas generaba zonas con ligero barro lo que nos hacía ir tomando pinceladas de color marrón en nuestra estampa… y me hacían recordar a nuestro presi Afis que acostumbraba a lanzarse como un kamikaze sobre el barro al grito de BRUJO… BRUJO!!! como homenaje personal a tal prestigiosa prueba, y ya de paso narrar a Diego mis historietas de abuelo en dicha batalla.
Entre pitos y flautas nos plantamos en el Largo, más que nada por despiste, pues se toma un desvío poco antes de llegar a Guazamara, pero ya que estábamos allí pues llegamos al Largo con la esperanza de saludar a un conocido de Diego, pero éste no estaba en casa. Vuelta al camino Real y para Guazamara.
Ligero reconocimiento de la población y planteamiento de alternativas, pretendíamos llegar hasta los Lobos, y la opción de la carretera ya nos era conocida pero nuestra vena más betetera (btt) nos hace buscar una ruta alternativa por caminos, por tanto otra vez vuelta al camino Real, pasamos el cruce para el Largo y ahora tocaba buscar el camino que nos permitiese llegar hasta los Lobos.
Al igual que habíamos hecho antes para que Diego se ubicase, buscamos referencias visuales, y sobre un cerro se encontraba la vieja fábrica con su chimenea que se encuentra justo ante los Lobos… pues busquemos algo que nos lleve hasta allí…
Primer tramo de rambleo tras salirnos del camino real, algo de agua y mucha arena nos van frenando el avance, pero poco a poco vamos comiendo terreno para ir acercándonos hasta el lugar previsto, salimos de la rambla y tomamos caminos de las plantaciones de lechugas que proliferan por la zona… y salimos justo en la nave que se encuentra en el cruce al lado de la gasolinera de los Lobos; nos felicitamos por nuestro acierto a la hora de descubrir camino y nos adentramos en los Lobos.
Una vez en los Lobos toca bajar hasta la rambla, que la tomamos justo en la boca de entrada hacia el barranco del Jaroso y no puedo permitirme la osadía de tener tan cerca de nosotros un lugar tan increíble y pasar de largo sin que Diego lo pueda descubrir al menos; así pues lo convenzo (no hizo falta porque este es de los míos… donde el resto ven cortados él ve caminos… menos mal que no estoy solo).
Nada más poner la primera rueda en la entrada al barranco tuvimos que esperar a que saliese del barranco el rebaño de ovejas que estaba saliendo del corral, polvo y más polvo con olor a choto… (pal que le guste), tras evitar los roscados cuernos de algún macho que demostraba su poder intentando montar a alguna de sus hembras ante nuestros empolvados ojos, reemprendemos la subida, el objetivo inmediato era subir hasta la máquina, tantas veces hemos visto la foto en el Lagar que había que llevarle para que la viese… y luego en le lagar poder contarlo… jejeje
El camino empieza a picar las piernas ya hace tiempo que han pillado temperatura y ahora están pidiendo clemencia, pero Diego no se achanta, sigue a mi rueda la subida a la que algunos VandeRuta temen. Diego al que le despojo de su nunca oficial “L” de novel, no dice de abandonar en ningún momento, si bien se acuerda de mis familiares por la ocurrencia de subir hasta ese lugar.
Yo como siempre disfrutando tanto de la subida como de las increíbles panorámicas que íbamos contemplando, haciendo alguna que otra paradita para arrojar piedras a los pozos y escuchar su aterrorizante caída (te caes a uno de esos pozos más vale que sepas volar).
Llegamos hasta la máquina de Vapor donde se encontraban dos motoristas de Cartagena, nos tomamos las pertinentes fotos que lo atestigüen y tras un descansico tocaba bajar; antes de bajar advierto un poco a Diego y le doy un par de consejos (si soy un flipao y qué).
Yo marco el ritmo delante y voy comentando los accidentes orográficos de la pista (toma ya frase petarda), al comienzo bajábamos con cautela pero se notaba el coraje de Diego que me seguía sin problemas a la distancia prudencial, tras pasar el tramo de bajada más peligroso y en vista de que la cosa marchaba sin problemas los dos nos dejamos llevar por la adrenalina y soltamos el freno… y el silencio de la montaña se quiebra con un sonoro… HOSTIAAAA!!!... me giro para ver a Diego y he de bajar la mirada para encontrarle fundido en un abrazo con la madre tierra. Freno de una manera un tanto aparatosa y pies para qué os quiero camino arriba para ayudar a Diego.
Diego se había puesto en pie antes de que yo llegase, su cara reflejaba susto, pánico, miedo, terror pero sobre todo… duda… estaba tratando de descifrar cómo había terminado en el suelo si justamente en ese mismo instante antes de caer estaba pensando en lo mucho que estaba disfrutando, la explicación era simple, la rueda delantera pillo levemente una rodera de polvo de pizarra y le hizo perder agarre y ploff. Tras el informe de daños se comprobó que el siniestro se saldó con ligeros arañazos nada escandalosos en brazo y pierna derechos y restregones en el maiot que resistió sin problemas.
Tras comprobar los nervios de acero de Diego, que tenía el pulso como para robar panderetas, nos serenamos y volvimos a bajar pero con mucha mucha calma. Salimos de la entrada al barranco de Jaroso y comenzamos a circular por la rambla.
Pasamos a las espaldas de Muléria, continuamos por la rambla hasta el Arteal (tb conocido como Korea) y seguimos camino hasta llegar a la carretera de las Herrerías a Villaricos; intentamos sin éxito llegar al cauce del río Almanzora pero nos topamos de bruces con la desaladora nueva, lo que nos obligó a pasar por la casa de Luís Siret en las Rozas y desde allí hasta el río y para Cuevas.
El resultado final fue de unos 50km en las piernas y 2 birras en el estomago.
JORNADA DOMINICAL lo que viene siendo la ruta dominguera
Los ojos pegados en alguno de los asistentes… pero esta vez batimos record de uniformados… en la puerta de los Camachos se encontraban los siguientes “biciclistas”: Andrés y Juan Camacho (éste último tras 2 meses de ausencia), el señor Miguel Morales, Diego Peregrín y como novedad para esta vez contábamos con la compañía de Jose un Jienense afincado en Cuevas.
Puesto que no sabíamos el estado de forma de Jose decidimos no alejarnos mucho de Cuevas y decidimos una subidica al pantano y luego por la parte del caracol para arriba.
Nada más empezar el dúo más dinámico de los domingueros, formado por Morales y Andrés Camacho marcan su personal ritmo, mientras que el resto tarda algo más en ir calentando motores; antes del canal de remo deciden lanzar un demarraje para alcanzar a un ciclista lejano y comprobar su identidad… yo que los veo y que me entra por el cuerpo las ganas de marcar territorio… me lanzo en su busca, los alcanzo y me dejo caer para seguir con el resto del pelotón… mientras que ellos continúan con el ritmo hasta alcanzar al ciclista desconocido.
Nos reagrupamos justo al comienzo de las rampas, en la rotonda, y aquí cada cual con su ley… Jose se ceba con su plato grande, fruto del recuerdo de su etapa de ciclista de carretera, pero que a veces es mejor no comer tanto plato grande y empezar con los entremeses del plato mediano o pequeño, total que llegamos arriba con mucho sufrimiento, el resto ya habían llegado en continuo chorreo hasta la cima.
Allí nos retratamos todos junticos usando como trípode el sillín de mi bici, si es que vale para todo (menos para dar pedales).
Ahora tocaba seguir subiendo… llegamos al final de la presa y caminico para arriba, otra vez cada uno como Fran Sinatra a su maaneeeraaaa… cerrando grupo Jose y yo, esta vez decide darle uso a las distintas velocidades de su bici para subir muy dignamente, mientras el resto estaba esperando en la cresta de la primera rampa.
Seguimos avanzando, Morales y Diego conocen la ruta pero los hermanos y Jose no, Morales guía al grupo de cabeza y yo sigo trabajando en retaguardia. Hasta que justo pasado el cortado Jose busca una sombrica para descansar y esperarnos a la vuelta.
Llegamos al rellano descansico y Juan Camacho comienza el descenso, Andrés toma el papel de camperito de la jornada y comienza a subir colina arriba… mientras yo le sentencio… venga Andrés y ahora pabajo, palabras premonitorias pues aún tenía en mis labios la última “o”, cuando Andrés “siente la llamada de MAMA TIERRA” como dice Macaco y como ya le había ocurrido el día anterior a Diego. Unas risicas y para abajo.
Reenganchamos a Jose y continuamos con la bajada… luego subidica y otra vez bajada y yastamos en el pantano otra vez.
Durante el ascenso al pantano habíamos divisado las carpas de la romería de la tercera edad en el paraje de
Desde el final del aliviadero en la base de los tubos de desagüe ya comienza la rampa de ascenso, Morales en un gesto de responsabilidad decide adelantarse para subir la barrera que impide el paso al camino y que en el sentido ascendente se encuentra al final del tramo, yo que le veo que se escapa comienzo a pedalear como un mulo para darle alcance… le sobrepaso y freno en la barrera, la cual estaba cerrada con candado; esquivamos la barrera y para la hoya a ver que se cuece.
Fiestón por todo lo alto en la hoya… pero para nosotros nada… así que caminico pabajo que en otros lados encontraremos lo que buscamos.
Llegamos hasta el cruce del río hasta campos y allí se despiden de nosotros Juan Camacho y Jose que ya dan por terminada su jornada ciclista, el resto del pelotón decide seguir la ruta hacia
Cruzamos hasta campos, ascendemos hasta
Observen los gestos de preocupación del grupo... (descojonaos)
Andrés el autor del cambio trasero de una sola roldana nos vuelve a deleitar con una nueva forma de pedal... el botapedal, ideal para jornadas veraniegas en las que te bajas de la bici ya con los pies al aire y fresquitos
Llegamos hasta los invernaderos y luego buscando caminos llegamos hasta las casas ilegales y para arriba dirección a
Tras la birricas… (nenes va a parecer que no salimos en bici, que nos juntamos na mas que pa ir de birras…) una limpieza solidaria de las monturas (con un lero tienes pa todas) y cada cual pa su casica a comer que ya es hora.
no os canseis mucho poniendo comentarios...
ResponderEliminarPor lo que parece en los póximos días vamos a tener unos cuantos relatos, por un lado Benny está ultimando su crónica de la subida a postrero alto de hace unas semanas.
El presi está terminando la del sábado sabadete... de la que he visto las imágenes y ésta es de las más amplias en este sentido.
Por mi parte... podeis esperar sentaos... que la del domingo va a tardar unos días, más que nada para darle tiempo a la peña de leer las otras crónicas; MORALES tú no me critiques... que tanto decirme que si haz una foto aqui otra allí que si pon esto que si lo otro... pos HAZLO TÚ...
Nos vemos en el Lagar
Al Diego lo vas a hacer un pro antes del verano.......y Camacho sigue con sus inventos revolucionarios ¡que capacidad de creacion¡
ResponderEliminarSecretario tenemos 6 meses para hacer la 1ª reunion.....jejejeje