Sería pretencioso por mi parte
decir que voy a escribir una "crónica" de la prueba ciclista conocida
como "101 kilómetros de Ronda" (http://www.lalegion101.com/101KM-24H/).
Lo sería, entre otras, por dos razones fundamentales: a) porque no me considero
capacitado para ejercer en un campo que pertenece al dominio del arte
literario; y b) porque ya contamos entre los vanderutas con varios artistas
acreditados con los que no debo competir ni pretender usurparles terreno.
Por ello voy a intentar escribir
un resumen de lo que viví y de lo que fueron mis impresiones como participante
en la XV edición de esta ya bastante famosa y bien organizada prueba, resumen
que probablemente no consiga mantener exento de emotividad; pero estoy seguro
de que esto sabréis comprenderlo y disculparlo.
Cuando vi que yo había sido el
único vanderuta que consiguió inscribirse en la prueba, sentí cierta desilusión
que mantuve casi hasta el mismo momento de empezar a pedalear el día 12 de mayo
desde el campo de fútbol de Ronda. Pero estaba también por medio la ilusión y
el trabajo de Perales Jr. en la difícil búsqueda de alojamiento y en los
preparativos, lo que me ayudó a no tirar la toalla. (Por cierto, el martes día
15 me enteré de que podíamos haber participado cuantos hubiésemos querido
gracias a la mediación de un compañero y amigo vanderuta que goza de contactos
entre las personas que forman parte de la organización en la Legión de Ronda.
Lamentablemente lo he sabido ya muy tarde. Pero nos damos por enterados y
quedamos a la expectativa para que en la próxima edición no se nos escape el
tren y podamos participar los que queramos).
Entre constantes consultas a las
predicciones meteorológicas, que siempre resultaron de mi agrado (pero también
con la esperanza de que fueran adversas y así tener el pretexto para abandonar),
llegó por fin el viernes 11 de mayo, día de la partida, y con la dosis de
tranquilidad que me regala mi nueva y privilegiada situación ocupacional, mi
esposa, amiga y compañera de fatigas y un servidor cargamos equipaje y bici en
el coche y ponemos rumbo, vía costera (lo que decidimos no repetir al regreso),
a Málaga, donde nos esperaban Perales
Jr. y señora para degustar sabrosos manjares en un guirichiringuito playero.
Después de un breve paseo de sobremesa saboreando ricos helados del contiguo
quiosco playero y unos cuantos kilómetros más por la costa malagueña, tomamos
la carretera que nos llevará al pueblecito de la Serranía de Ronda donde
Perales Jr. había encontrado alojamiento rural: Júzcar, el cual, después de un
serpenteante tramo de 11 ó 12 kilómetros de carretera de serranía en la que
apenas caben dos bicicletas, se muestra a
nuestros ojos en toda su extensión y totalidad de edificaciones en un
extraño e intrigante color azul en total disonancia con el habitual color de
los archiconocidos pueblos blancos. Pero todo tiene su explicación y pronto
queda satisfecha mi curiosidad al saber que es el pueblecito donde el año
pasado decidió la multinacional Sony Pictures promocionar su película Los pitufos 3D, lo cual inteligentemente
han sabido aprovechar los vecinos para promocionar turísticamente al municipio.
Júzcar, el pueblo pitufo
Ya acomodados en nuestra
inesperada residencia pitufa, esperamos a la joven pareja Perales Jr. para
acercarnos a Ronda y conocer "in
situ" la extraordinaria animación que desde la tarde del día 11 ha empezado
a vivirse en este bonito pueblo andaluz de más de 36.000 habitantes y centro de
la comarca de la Serranía de Ronda, que ve cómo se multiplican sus habitantes
durante los tres días que dura el evento, y que merece ser visitado en
cualquier época del año debido a la gran cantidad de monumentos y riqueza histórica
que atesora.
El día de la carrera nos
levantamos muy temprano para no llegar tarde al punto de encuentro de los
corredores, y nada más subir al coche el movimiento de los árboles me hace
presagiar un día desapacible para la práctica del ciclismo. Afortunadamente,
iniciada ya la carrera, este temor desapareció, al igual que lo hizo el viento,
el cual no volvimos a sentir en todo el recorrido, a diferencia del
"infernal" (según el calificativo de la mayoría de los participantes)
calor, que pasó factura a muchos corredores y dio más trabajo del previsto al
personal sanitario. Afortunadamente yo no sentí demasiado este inconveniente y,
ayudado por las frecuentes e hidratantes ingestas del líquido elemento y de la
bebida isotónica que nos facilitaban en los abundantes puntos de
avituallamiento, pude llegar al final sin que ese endiablado calor hiciera
presa de mi debilitado cuerpo. Creo,
incluso, que llegué a la meta con más peso del que tenía al comenzar la
carrera, ya que en todos los puntos había fruta y en algunos otros también
teníamos dulces, chocolate, incluso comida caliente..., y, por supuesto,
atención médica para quien la necesitara. La verdad es que la organización no
puede ser mejor, algunos la califican de perfecta, y yo les doy la razón, pues
no falta ni un detalle desde el viernes por la tarde hasta después de entrar a
la meta al concluir la carrera, ya que se tiene la oportunidad de reponer
fuerzas con la pasta que los legionarios están cocinando para los corredores
desde el viernes por la tarde.
Fiesta de la pasta
La verdad es que esto no es
fácil explicar, lo mejor es verlo y vivirlo personalmente. Hay que felicitar a
la Legión por el esfuerzo y la intendencia que despliega durante estos días y a
lo largo de todo el recorrido. La verdad es que todo es digno de elogio y de
agradecimiento. La Legión quiere proyectarse socialmente y mostrarse con su
imagen más positiva, y lo cierto es que lo consigue, lo que agradecemos los
participantes, la ciudad de Ronda y, supongo, que el propio ejército. Pero, a
lo que vamos, y para abreviar.
A las 8:30 se abren las puertas
del campo de fútbol, en realidad un estadio con todas sus calles alrededor del
terreno de juego, para que los ciclistas, agrupados ya en las inmediaciones,
puedan comenzar a ocupar sus puestos, lo que se está haciendo hasta las 10:15
hora a la que se cierran las puertas y a la que ya no cabe ni un alfiler. Más
de 7.000 participantes, entre duatletas, corredores y ciclistas abarrotamos las
rectas y curvas del estadio hasta unirnos los primeros, que se han apresurado
para ocupar un puesto a la cabeza de la carrera, con los últimos, que han
llegado con más retraso o que no tienen interés en estar más adelantados. A la
mitad del enorme "pelotón", para pasar lo más desapercibido posible,
o por aquello de que en el término medio está la virtud, se encuentra el único
vanderuta presente entre la multitud de hombres, mujeres y máquinas. ¿Qué decir
de este ambiente? Aquí hay personal de lo más variopinto y de las más diversas
procedencias de España y de algunos países extranjeros, cada uno a cual más
raro y con las historias más variadas que uno imaginarse pueda. Las bicis, como
es lógico suponer, de todo tipo y para todos los gustos.
Concentración en el estadio
Tras las palabras de rigor de
las autoridades (no pueden evitarlo, tienen que figurar y salir en la foto; la
ocasión así lo exige) civiles y militares, se da la salida a las 10:30, salida
neutralizada hasta que el pelotón atraviesa todo el pueblo, travesía que dura
más de treinta minutos, tal y como yo he podido comprobar viendo el video y las
fotos que Perales Jr. y señora grabaron desde un lugar tan magnífico y
estratégico como el archiconocido puente del Tajo, desde el que podía verse cómo
una calle de anchura considerable daba cabida, de acera a acera, a todo un río
de ciclistas que, codo con codo y rueda con rueda, no dejamos de circular
durante el tiempo mencionado. Otro espectáculo digno de ver y difícil de
describir. Tres kilómetros después se detiene el pelotón para esperar que el
reloj marque las 11:00 en punto y se da el cañonazo que marca la salida
oficial. Desde aquí los equipos se agrupan y circulan "ordenados",
los aspirantes a la victoria meten el pie a la tabla, y los solitarios, sin
mirar adelante ni atrás, ponemos nuestro ritmo y comenzamos a marchar con el
propósito de acabar "dignamente" la prueba.
Salida neutralizada (Puente del Tajo)
Pronto empiezan a verse los primeros pinchazos y las primeras averías, pero siempre hay alguien cerca que echa altruistamente una mano. Al principio todo transcurre de forma sencilla, por terreno "agradecido" y se oyen comentarios parecidos a que "esto no es tan difícil como creía","no te hagas ilusiones y guarda fuerzas para empujarle a la bicicleta", "esto es pan comido", "no te confíes que lo difícil viene al final..." Y así, entre bromas y veras, siempre entre una acogedora presencia humana a lo largo de todo el recorrido, vamos avanzando paulatinamente y dejando atrás kilómetros, pueblecitos preciosos inundados de humanidad como probablemente no se vea otro día del año, y algunas rampitas que a los inexpertos no les pueden hacer imaginar lo que les espera. Y poco a poco los corredores se van haciendo más habituales en las cunetas , hasta terminar por convertirse en un auténtico rosario de tíos como castillos que no se han detenido a subsanar averías o arreglar pinchazos, sino a recuperarse de los primeros desfallecimientos y a masajearse unos a otros para relajar los músculos de los tirones. La gran mayoría de ellos no han llegado ni a la mitad del recorrido. En una bajada bastante peligrosa tuve la oportunidad de acordarme de mi querido amigo Pacopayo, afortunadamente sólo de acordarme, y, chupándome el dedo corazón de la mano derecha para no teñir de rojo el puño correspondiente del manillar, continué plácidamente por la senda marcada por el reglamento. ¡Cuánto habría disfrutado en esta ocasión el joven vanderuta citado… y probablemente también mi buen amigo Morales.
Ante tal espectáculo uno tiene
que utilizar la cabeza y, si -como es mi caso- ya ha hecho antes la prueba,
recordar que lo fácil son los 80 primeros kilómetros, que lo más difícil está
en los 20 últimos. Así se lo hago saber a mi circunstancial compañero Raúl, un
fisioterapeuta cordobés de 33 años que viene a mi rueda y que sigue mi ritmo porque, según me confiesa, apretó mucho al principio y
lo pasó mal, y siguiéndome a mí confiesa que le va muy bien. Y así debió ser
porque se fue recuperando hasta encontrarse en plena forma y adelantarse en los
últimos kilómetros. En la línea de meta, a la que llegó antes que yo algunos
minutos, nos volvimos a encontrar. Me dio las gracias por los consejos y me confesó que, si no le advierto lo de los últimos 20 kilómetros, no llega a
la meta. Esto, como comprenderéis, lo sentí como un halago que agradecí.
Con mi nuevo y joven amigo Raúl
Como acabo de decir, lo fácil de
esta carrera son los primeros 80 kilómetros. Los 20 últimos son otra historia:
rampas de 2, 3 y 4 kilómetros de pendiente sostenida del 20 por ciento, de
tierra y piedra suelta, donde si no echas pie a tierra por culpa del terreno,
lo haces porque algunos participantes se atraviesan andando sin fuerzas para
empujarle a la bicicleta. Yo, el más veterano de los ciclistas, puse el pie
donde podía todas las veces que lo necesitó mi cuerpo, ya en la reserva, y mi
mente (fría para no terminar agotando la reserva), con el propósito de llegar
con combustible hasta la cuesta conocida en esta carrera como la del
"cachondeo", un rampón de un kilómetro que sube desde el río que
forma el tajo hasta el pueblo, rampón que tiene un desnivel del 22% sostenido y
que parece no tener fin.
Cuesta del "cachondeo"
Estos 20 últimos kilómetros de
verdad que son duros, porque a su propia dureza hay que sumarle el hecho de que
los 80 primeros, aunque sean más fáciles, no significa que se hagan solos;
también hay que pedalear, también hay largas rampas que hay que superar, etc...
Y no nos olvidemos de la temperatura, más perjudicial para unos que para otros,
pero también desgastadora.
Durante esta tercera
participación mía he llegado a la conclusión de que, si a esa última rampa de
un kilómetro del 22% la han bautizado como la "cuesta del cachondeo"
no es debido a su dureza en sí, sino a que viene después de algunas otras,
sobre todo dos que yo quiero bautizar como "cuesta del arrepentimiento"
y "cuesta del propósito de enmienda". La primera porque, una vez
metido en ella, echas la vista atrás y adelante y, ante lo que ves, te
arrepientes de haberte metido en este berenjenal. La otra, una cuesta de más de
3 kilómetros de tierra y piedra suelta con un desnivel sostenido del 20%, la
llamo la del "propósito de enmienda" porque, al igual que en la
anterior, una vez metido en ella te haces el firme propósito de no volver a
apuntarte a esta carrera y enmendar tu osadía en la próxima ocasión. Ahora se
entiende que, una vez superadas estas cuestecitas (andando, por supuesto. Yo
guardé fuerzas para empujarle a la bicicleta) y creyendo que ya está acabado el
sufrimiento, se haya bautizado la última con el nombre con el que se ha
bautizado, porque uno ya no sabe qué hacer, si llorar, reírse o tirar la
bicicleta, y, como no hacemos ninguna de esas cosas, pues la verdad es que uno
se lo toma a cachondeo.
Llegando a la meta
Tenéis que saber que, a pesar de
ser el participante más veterano en mtb, el C.D.C. Vanderuta no quedó en mal
lugar, pues llegué en el puesto 771 de la general, de 2.761 ciclistas que
terminamos la carrera; es decir, por delante de 1.990 corredores. Participaron
también tres de Bicilocura, dos de los cuales quedaron bastante más retrasados.
Mi tiempo, incluyendo los minutos que estuve parado en los avituallamientos,
fue de 7 horas y 18 minutos. Todo esto lo podéis ver en la web de los 101 km de
Ronda 2012.
Perdonad que me haya extendido
tanto, pero ya advertí al principio que este resumen estaría trufado con mis
emociones. Así que voy a terminar, pero antes quiero hacer dos breves
comentarios: a) la prueba es una maravilla, perfectamente organizada y
satisfactoria, por lo que merece la pena realizarla; b) todo el que la haga
llegará a la conclusión anterior, pero para ello es necesario que vayamos
preparados. No quiere decir que estemos preparados para algo muy difícil ni
extremo, simplemente es necesaria una preparación específica para pruebas como
esta. El amor propio, que todos hemos de tener y del que hemos de sentirnos
orgullosos, no es suficiente. En esta prueba, si el amor propio no va
acompañado de la preparación que ella exige, se convierte en un inconveniente
que te puede llevar a terminar en manos del personal sanitario.
El descanso
ALGUNOS DATOS ESTADÍSTICOS
Distancia
total: 100,81 km
Altura
máxima: 913,90 m. Altura mínima: 426,70 m.
Máxima
diferencia de alturas: 487,20 m.
Distancia de
ascenso: 53,01 km. Distancia de descenso: 47,41 km.
Desnivel
acumulado positivo: 2.287,40 m. Desnivel acumulado negativo: 2.364,90 m.
Porcentaje
positivo máximo: 22,66%. Porcentaje negativo máximo: 22,44%
Porcentaje
medio positivo: 4,50%. Porcentaje medio negativo: 4,99%.
Un Guazabike con mucha envidia, puesto que Ronda ha sido uno de los puntos clave en mi desarrollo personal mi fase de estudios universitarios siempre la hice con un compañero de esta ciudad la cual he podido conocer, a lo que se suma mi recien descubierta pasión por la bici, con lo que este pecado capital se ha manifestado en cada momento de lectura de esta perfecta cronica. A ver si la mano que tiene Van de Ruta con la legión es extensible al Guazabike Team y podemos acompañaros a la próxima edición.
ResponderEliminarMuy buena crónica Pedro y muy bien detallada,sigo diciendo que te tengo envidia y aparte el fisio que se pego a ti durante la etapa acabaria alucinando de la fortaleza que tienes. Lo dicho un ejemplo de fortaleza
ResponderEliminarFantástica crónica Pedro, no esperaba menos ya que un profesional de las letras como tu no podía hacer otra cosa. Para el año que viene me encantaría ser participe de esta gesta pero bueno de aquí a entonces ya se verá como van las cosas y por donde....
ResponderEliminarPor cierto a partir de ahora me va a dar verguenza escribir las crónicas (y eso que llevo mas de 100) ya que la comparativa puede ser espantosa.....
Pd.- Payo por aquí por Internet ya te tiene calao y te consideran SPAM por suerte como amigo y administrador del blog acudo al rescate y doy la cara por ti..jejeje
Que inmensamente feliz te encontraras tras haber completado de nuevo esa carrera, el teson el amor propio y la ilusion se aunan en ti para año tras año seguir escribiendo una pagina mas de superacion personal , el año que viene intentaremos estar contigo alli y vivirlo en primera persona.
ResponderEliminarDespues de ler la cronica te admiro mas y mi respeto crece hacia este vanderuta y amigo PEDRO, siento embidia sana por el contraste de emociones y sufrimientos vividos en esta prueva, yo el año que biene si hay posibilidad de apuntarnos me buscare la vida para poder hir.
ResponderEliminarGracias a todos, queridos amigos, por vuestras palabras tan cariñosas, con las que me abrumáis. La verdad es que yo ya había decidido que esta sería mi última participación en Ronda, pero vuestros inmerecidos halagos me hacen que me replantee mi decisión y, si todo va bien y el compañero vanderuta con contactos en la Legión nos facilita la inscripción (incluido el colega Paco de Guazamara y otros Guazabikes que lo deseen), es posible que piense en acompañaros, aunque sólo sea como apoyo e intendencia.
ResponderEliminarGrande Pedro, la crónica y tu actuación en esta carrera. A mi y a varios nos hubiera gustado acompañarte y participar pero no puedo ser. Como comentas a ver si la próxima vez podemos apuntarnos más vanderutas y pasar un fin de semana expectacular en Ronda.
ResponderEliminarSaludos cordiales, amigos de los pedales
ResponderEliminarhas puesto muy alto el listón Sr Perales
despues de las crónicas de Narnia
y de las de mi añorado Guerry
no habia visto ni leido tamaña calidad.
Por fin veo mi sueño cumplido
ver una crónica bikera
de mi virtualmente "ABUELO" querido
me cago en el que no te quiera.-
Sinanimus de ofender
"el Alonso de la Melliza".-
Alonso, ¡qué grande eres! Y de qué forma tan superior
Eliminarsabes demostrar que quieres a un señor tan mayor
que para ganar vuestro cariño y vuestro afecto sincero
lo mismo actúa como un niño que se porta como un abuelo.
El caso es tener como meta y como razón de alegría
pasear en bicicleta y en tan grata compañía.
Y espero muy pronto, amigo, con ilusión y ansiedad
poder pasear contigo y abonar nuestra amistad.
Felicidades por esa vivencia que nos transmites a traves de tu preciosa cronica en la cual nos vemos reflejados los que disfrutamos de este deporte.
ResponderEliminarUn saludo de un Guazabike que tambien se apunta a la proxima edicion
Juan Blas
Querido con tertulio de desayuno, no me sorprende el cariño que demuestran tenerte tus amigos sufridores ciclistas, porque nadie mejor que tú sabe transmitir, que no contar, las experiencias vividas. Como bien sabes es reciente mi interés por las dos ruedas pero sin duda, y después de leer tu crónica, has conseguido que aumente. Como legionario te agradezco tu sinceridad y como con tertulio tu tenacidad. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que puedes sentirte orgulloso de la Legión, al menos en este aspecto. Muchas gracias por tus palabras, y me alegro de contribuir algo a que aumente tu interés por algo beneficioso, y que también puede ser ecológico, como este deporte.
ResponderEliminarSi el programa que usas no te permite escribir en una sola palabra el vocablo contertulio, inténtalo cambiar por tertuliano, que yo no te lo voy a rimar.
D.Pedro, como ya esta bien de elogios y otros halagos bien merecidos, me uno a todos los comentaristas anteriores y aumento un punto mas, en cuanto a lo orgulloso que me siento de haber sido alumno tuyo,paisano,amigo,buscador de caracolicas en Cala Verde y sobre todo por lo alto que dejas a nuestro pueblo siempre que puedes. Un abrazo.
ResponderEliminarDiego Segura
Muchas gracias, Diego, por tus palabras tan cariñosas. Ese sentimiento que tú expresas es el mismo que tengo yo con respecto a ti, y, por supuesto, con respecto a tu padre, con el que mantuve una estrecha relación, sobre todo cuando yo hacía la mili, y del que guardo un muy grato recuerdo.
EliminarSí comienzas una ruta
ResponderEliminarcon certezas a lo mejor
antes de llegar al punto de inflexion
te asaltan muchas dudas
pero en cambio notre cheri grand-pere
le monsieur Perales Pierre
la empezó con dudas
y llegò a la meta con certeza, destreza y cerveza.
Oye, poeta, ya en la Edad Media los escritores comenzaron a escribir sus nombres bajo sus escritos. El concepto de autoría comenzó a ser valorado y los escritores querían aparecer como los dueños y responsables de sus trabajos. Ya no estamos en la Edad Media, así que a los lectores nos gusta saber los nombres de las buenas personas que dedican tiempo a dirigirse a nosotros, entretenernos y hacernos disfrutar con sus escritos..., y, si da la casualidad que esos escritos son agradables y placenteros para los interesados, pues con más motivos debes procurar darte a conocer... que nosotros los que leemos (aunque sea de vez en cuando)te lo agradeceremos. En cualquier caso yo te agradezco tus simpáticas y cariñosas palabras.
EliminarEspero que no haya sido flor de un dia
ResponderEliminary más que leer mucho de golpe gustaría
leer tus escritos con regularidad aunque sea sin poesia
reconociendote que escribir es un ocio trabajoso y de cortesia
para nosotros lo hagas por la mañana, de noche ó al mediodia.