viernes, 13 de noviembre de 2009

VandeRuta en la cumbre. Subida al Veleta

Todo comienza el día en que sales a la calle por primera vez a hacer bici como deporte, te vas planteando retos y más retos hasta que pasas de subir una ligera cuestecica a subir a Almagro y la cosa sigue y sigue y en tu mente empiezan a aparecer nuevas aventuras, pero en el horizonte una idea siempre presente… algún día tengo que subir al Veleta.

Fernando da la voz de aviso, su primo Cayetano quiere subir el sábado del puente de los difuntos y quiere que vayamos, en seguida los Vanderuta responden al aviso y cada uno expone sus opciones. Afis se encuentra en Sevilla y Richard tiene planes por tierras Murcianas, Benny en cambio dice que si es en plan dominguero que viene pero si vamos a sufrir pues que no quiere ir de vagón de cola. Total que Benny se queda con las ganas pues intuíamos que lo íbamos a pasar mal.

El plan es el de salir desde Capileira para llegar hasta el Mulhacén y si se puede al Veleta.

La idea de salir desde Cuevas en coche nos parece una locura y entonces recurro a un personaje anónimo que nos brinda su hospitalidad para pernoctar en Granada y salir temprano hacia Capileira. Para ello Fernando debía de pasar por Almería a por mí y mi burrica.

Era ya la noche de Viernes cuando Fernando llama diciendo que está en Almería… ahora tocaba ir a Geonatural para sacar mi burra con transmisión nueva y de paso Fernando abastecerse de unas cuantas cosas. El pobre de Diego de “Geo” tuvo que aguantarnos hasta las tantas.

Con las bicis cargadas y las ganas locas de llegar a Granada emprendemos la ruta que tanto habíamos esperado, era tarde y Fernando tenía un hambre atroz… así que paramos en Guadix para cenar y así tener fuerzas para la mañana siguiente.

Al llegar a Granada Fernando comienza a comentar su vida de estudiante por esas calles y empezamos a cuestionarnos la opción de salir de fiesta y dejar las bicis guardadas por un tiempo… Tanta gente disfrazada y tanto ambiente de fiesta y nosotros íbamos a pasar la noche durmiendo para sufrir al día siguiente… nos sentíamos como unos auténticos frikis.

Dejamos el coche en un aparcamiento vigilado y llegamos a la que sería nuestra casa por esa noche, nos recibieron con cariño y una agradable conversación en el balconcico viendo el gentío hasta que decidimos dormir para poder estar en forma.

A las 7am estábamos en pie y dispuestos para ir a Capileira, salimos sin despertar a nuestra anfitriona y bajamos a desayunar, aún había gente por las calles y nosotros no desentonábamos porque íbamos con cara de muertos en vida.

En el coche Fernando va comentando los pueblos por los que vamos pasando, mientras que los compañeros de ruta salieron de las Presillas Almería para reunirse con nosotros en Capileira. Pasamos por Lanajarón y como no podía ser de otra manera hicimos lo típico de la gente de Cuevas, en una fuente llenamos nuestras mochilas y bidones porque todo lo que sea gratis nos tienta y siendo el mejor agua del mundo no vamos a desperdiciarla.

Tras una hora de camino llegamos a Capileira y Fernando empieza a poner a punto su montura, la mía estaba recién reparada así que montaje de la rueda delantera y tirando millas, empezamos a ponernos un poco nerviosillos pues Cayetano y Javier estaban aún lejos del punto de encuentro y las ganas de empezar eran cada vez mayores; finalmente aparecen y tras un saludo empiezan a prepararse… los nervios afloran y todos mirando con recelo a cada uno para ver si podremos dar la talla o no, bueno a Fernando no lo miramos pues estaba claro que si alguien podía era él.

Son las 11 y por fin se da el pistoletazo de salida hacia la cumbre. Cayetano viene convaleciente de un problema gástrico y todo hace pensar que lo va a pasar mal y nosotros también. Comenzamos a ascender por las calles del pueblo y pronto lo dejamos atrás; sabemos que nos quedan unos cuantos kms de subida y que la altitud nos lo va a poner difícil.

Fernando va relajadamente en cabeza charlando con Javier mientras que Cayetano y yo vamos en la retaguardia; la velocidad es lenta y yo voy haciendo paraditas, que si para fotografiar esto, que si lo otro, que si un pis por aquí otro por allá, con tanta hidratación previa tenía la vejiga repleta, Cayetano a su ritmo seguía ascendiendo pero su estado de salud no era el ideal y a 6km de la salida decide parar; realmente no se encuentra bien y con la altitud podría sentirse peor; nos reagrupamos y decidimos seguir sin él estableciendo un horario, a las 4 de la tarde deberíamos estar en los coches para ir a comer.

Apenas se acababa de marchar Cayetano cuando el asfalto desaparece del camino, mis ruedas notan que están en su medio natural y parecen mas rodadoras, pero Javier se da cuenta de que no va muy sobrado de fuerzas pues la altitud le empieza a pasar factura; estamos adentrándonos en una zona boscosa y otra vez paradita para miccionar y un ligero descanso. Seguimos un poco y llegamos hasta el punto de información a partir del cual no se puede circular con coches.

Poco a poco y sin querer Fernando y yo nos vamos alejando de Javier y haciendo gala de la consigna VandeRuta de no dejar a nadie vamos en su busca, la idea de que no llegaríamos a tiempo nos ronda la cabeza lo que nos hace rodar mas fuerte sin querer y Javier de nuevo se nos descuelga… pero en un gesto digno de alabar nos ofrece continuar sin él alegando que él se daría la vuelta para las 14:30 donde le pille y para abajo. Agradecemos su noble gesto y nos despedimos, luego empezamos a apretar el ritmo, no íbamos sobrados de fuerzas pero de tiempo tampoco y no íbamos a dejar escapar la oportunidad de llegar al Mulhacén y si se podía hasta el Veleta.

Salimos de la zona boscosa y aparece ante nosotros Sierra Nevada desnuda de su manto blanco a partir de aquí vamos ascendiendo con mas calma pues ahora si que tenemos referencias claras de hacia donde nos dirigimos y no era plan de ir derrochando energías. Fernando increíblemente atento, preocupado en todo momento de ir marcando un ritmo ideal que no nos haga desfallecer pero que nos permita estar en el tiempo acordado.

Llevábamos unos 17km desde la salida y 5 desde que dejamos a Javier cuando nos encontramos con los primeros senderistas que estaban de vuelta, al verlos siento una extraña sensación; no somos los únicos “locos” por estas tierras… pero a medida que avanzábamos iban apareciendo mas senderistas, como es costumbre VandeRuta saludamos a todo el mundo, no es que seamos la alegría de la huerta pero en mitad de la nada encontrarte a algún “colgao” como tú pues hace gracia.

Seguimos la pista sin incidencias, por ahora la altitud no es problema solamente que vamos despacico, es una sensación rara, te sientes bien pero a la mínima que intentes apretar notas que tu cuerpo te dice <<>> Fernando tal y como de costumbre decide adelantarse para hacerme una foto… y en condiciones normales por mucho que yo le intente seguir el ritmo él se acaba escapando… pero esta vez todo era diferente; Fernando se pone en pie y comienza a tirar y yo tranquilamente sentadico le sigo a rueda separado solamente por escasos metros fruto del tirón inicial pero que no se iban incrementando… entre sonrisas decido frenar, para no desalentar a Fernando… y justo cuando éste paró yo reanudo la marcha… Fernando ni se había enterado de mi actuación pero si se había dado cuenta de que no se correspondía el esfuerzo que realizaba con la velocidad que imprimía a su bici; al final le confesé el truco y nos reímos un poco… que como para reírnos estábamos.

Seguimos pedaleando siempre por la cresta de la montaña y maravillados con las increíbles vistas, aparecen los primeros ciclistas en descenso y nos saludamos con agrado… (jejeje mira que colgaos mas majos).

Llegamos a las faldas del Mulhacen y descansamos junto a un pequeño refugio, Fernando conocedor de la sierra me cuenta sus experiencias por la zona, no hay rastros de nieve pero si hay pequeñas lagunas del deshielo, intuimos las figuras de varios senderistas que están en pleno ascenso a la cima del Mulhacén. Paramos cerca del refugio y nos planteamos lo que íbamos a hacer, eran las 14:30 y habíamos llegado objetivo inicial, tras 25km recorridos; podíamos intentar subir al Mulhacén pero desde ese lado no se puede en bici y no era plan de dejarlas solicas. Planteo la alternativa de llevarnos con nosotros la rueda delantera… pero la sensatez de Fernando me hizo desistir (días después me comentaron que unos ciclistas almerienses, con los que coincidimos en la ruta, tuvieron la misma idea con el resultado final de una rueda en caída libre por el Mulhacén hacia abajo y la búsqueda de ayuda a los forestales).

La otra opción era la de continuar hacia el Veleta hasta donde nuestros cuerpos nos permitan, las referencias que teníamos eran de que estaba cerca, unos 5km más cerca de los que realmente fueron. No nos planteamos descender, pues la idea de llegar lo más lejos posible era irrechazable.

Dejamos el refugio a nuestras espaldas y continuamos ya con algo de fatiga, el refugio se encontraba en mitad de un camino en forma de “U”, lo que no nos permitía ver la continuidad de éste… De repente Fernando se para en seco y yo gritando !!!Fernando las cabras , las cabras!!! Y Fernando todo calmado me dice <>; que bonicas las cabricas me recuerdan a cierto Vanderuta conocido como el Cabro…

Tras alcanzar el final de este tramo Fernando y yo nos sumimos en el desconcierto; no sabíamos cuanto faltaba, nuestros cuentakm marcaban 32km y el Veleta no aparecía, otra vez un camino en forma de “U” nos escondía nuestra meta, ambos cansados y con recelo nos vamos dando ánimos para continuar… ya estamos aquí y este no se nos escapa… Venga que ya está aquí, que no queda mucho… Y en este proceso de mentalización vemos a un senderista que baja hacia nosotros, pero aún estaba lejos, amablemente nos recibe y nos cuenta con todo lujo de detalles los pormenores de lo que nos restaba y nos insta a que continuemos, al menos hasta el final de esa “U”; porque allí se encontraba otro refugio y desde allí podríamos ver el resto del camino.

Decididos a terminar continuamos el camino, más senderistas aparecen, algunos incluso nos animan a seguir… Campeones!!! (que majos somos todos los colgaos leñe) pero el final del camino en herradura es una autentica trialera y serpentea un poco antes de salir finalmente al refugio y a los carteles de las pista; hacemos alarde de pericia y logramos subir la trialera… curvica pa la derecha, curvica pa la izquierda y… ¡leñe un niño! Umm los carteles de las pistas… el refugio… asfalto… y ¡Cobertura en el móvil! Llamadas perdidas de los VandeRuta, de los papis, de Leo… jolines si que nos quiere la gente.

En este punto aparecen unas goticas en mis ojos… Fernando dice ¿¿es que vas a llorar?? No hombre es que se ha mezclao el sudor con la crema solar y me escuecen los ojos… intentamos seguir pero Fernando tenía la mente puesta en llamar a cierta personilla… y yo pues llamo a mis papis; no habíamos coronado aún pero no faltaba nada; bueno nada es relativo pues ese zigzag final es desesperante… saludas a los senderistas a los que adelantas una y otra vez… tu serpenteando y ellos todo recto.

Fernando descubre que su bici (la mía ya lo hacía desde que la compré) es capaz de circular a 4km/h (la mía incluso a 3,8…) y experimenta por primera vez la sensación de pensar que es mejor bajarse y seguir andando, pero se sobrepone del susto de ver su bici (y repito, la suya, porque las nuestras están acostumbradas) a tan ínfima velocidad y desestima la opción de caminar. Por fin la cima y los últimos metros son roca pura y no hay manera de ir en bici… ¿qué hacemos las dejamos aquí o las subimos? Respuesta fácil <<ésta sube por mis pantalones…>>

Son las 4 de la tarde, sin comer (bueno me empaché con las napolitanas tan conocidas por los VandeRuta) con 36’9km en nuestras piernas y en la segunda cima más alta de la península y un fresquito que nos rodeaba el cuerpo.

Fernando que estaba con la cabeza puesta en un plato alpujarreño insiste en ir bajando; nos ponemos los cortavientos, mientras dos salerosas parejas de cordobeses se preparaban unos bocadillicos de infarto con tortillica de patatas para picar… umm y nosotros con las barritas y napolitanas… ya babeando que estábamos nos ofrecieron picar, y a otra pareja que estaba allí también; así da gusto ir a un sitio de estos; rechazamos la comida (Fernando quiere plato alpujarreño y de eso no le sacas) y sacamos el periódico… como todo buen ciclista para leer las noticias y estar al tanto de todo… tanto apreciamos la cultura que nos la ponemos en el pecho… cerquita del corazón; nos esperan 37km de bajada y no es plan de quedarse pajarico en el descenso.

Fernando me advierte de que no desfase en la bajada pues pronto oscurecerá y no es buena idea que eso ocurra en mitad de la sierra y un pinchazo nos haría perder un tiempo precioso.

Empezamos a bajar y nos olvidamos casi de la idea de no desfasar… la tentación es mucha y una bajada de esas no es para ponerse modositos… al poco de dejar el pico nos encontramos al primero de una comitiva de ciclistas que tenían toda la pinta de ser de Almería le siguen unos pocos; alguno incluso se detiene a saludar; espera… esta bici estaba ayer en Geonatural… esta gente es de Almería!!!

Continuamos tranquilamente y en las faldas del Mulhacén nos encontramos con un ciclista el pobre estaba bajando a pie uno de los pocos tramos del ascenso en los que el camino baja un poco… llegamos a su altura y nos dice que está agobiado, que tiene mal de altura y que estaba esperando a que alguno de los suyos se diese la vuelta porque se encontraba mal; Fernando con su vena de protector le insinúa que lo correcto es darse la vuelta pues no son horas ya que el sol no tardaría en esconderse en la sierra y desde ese punto quedaba lo más duro de la etapa… pero como el refugio quedaba a un paso decidió esperarles allí.

Ahora si, el resto de la etapa era un increíble descenso, y digo lo de ahora si porque mi mente estaba confusa, en ocasiones yo creía estar subiendo pero la bici cogía velocidad sin dar pedales… esto no es normal, si vamos subiendo… yo alucinando y Fernando desesperado ante mis tonterías comentaba una regla básica del ciclismo, si no das pedales es que vas bajando!!!

Bajábamos a una velocidad de infarto y disfrutando como locos, tanto que en un mal giro la bici se me descontrola y esquivo con la rueda delantera una roca que no consigue sortear la trasera… pumm reventón al canto… Fernando todo amor y ternura en lugar de mandarme al infierno, por no hacer caso en lo de la prudencia, me arregla el pinchazo y casi me dice eso de sana sana… pero como no hubo caída no fue necesario.

Seguimos hacia abajo y el firme va mejorando… nos ponemos a descender a 60km/h en mas de un tramo y eso que frenábamos al ver algún senderista para no empolvarles ni lanzarle alguna piedrecica a modo de proyectil… de vez en cuando había que estirar los dedos de las manos, porque el frío y la fuerza de sujetar el manillar me los estaba dejando molidos…volvemos a pasar por la zona boscosa… sorteamos la barrera que impide el paso a los coches… y para abajo… un poco mas de pista forestal y por fin asfalto… o los restos de lo que en su día era asfalto.

Ahora son las 17:45 estamos en el aparcamiento tras haber recorrido 73km y toca guardar las bicis, cambiarnos y comer

El pobre Fernando se quedó sin su plato alpujarreño pues las cocinas estaban cerradas como era de esperar a esas horas; pero un buen bocata de jamón de la sierra le da la vida a cualquiera.

Respecto a Cayetano y Javier; Cayetano se recuperó de su malestar y volvió a subir mientras que Javier consiguió llegar a las faldas del Mulhacén y en su descenso se reunió con Cayetano que ya había sobrepasado la zona boscosa.

A las 22 horas llegamos a Cuevas, con la sensación de haber hecho algo grande y difícil de mejorar. Fuimos solo dos VandeRutas pero pronto llegaremos al Veleta los 5 del grupo de montaña.

Benny ponte las pilas…

Afis vas a quemar la estática…

Richard vas a tener que descansar un finde de tus visitas a Murcia…

8 comentarios:

  1. Buenas compañeros,
    Menuda cronica a la altura de la ruta. LDUU Estuvimos alli en septiembre y la verdad es que te deja un sabor de boca increible y eso que tuvimos un dia muy nublado incluso lluvia al final y no pudimos contemplar esas vistas en la cumbre.
    Diego-Geo en un tipo tranquilo y nos soporta a todos estoicamente, jejej.
    Saludos desde el poniente y a ver si en un futuro coincidimos en alguna ruta.

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena campeones, una pena que no haya podido ir... de esa forma hubieramos terminado con noche cerrada. Una ruta mas pendiente, junto a la del desierto, regreso a Cabo Gata, ascenso a Cabrera.......joer me faltan mas por hacer que hechas¡¡¡

    ResponderEliminar
  3. ole ahí tíos!!!! yo ya he subido dos veces, y la verdad es que es algo increible...¡¡enhorabuena!! Como dice Morales, LOS DEL UNOUNO, fuimos hace poco, y pasamos un frío del carajo...
    Por cierto, estoy de acuerdo con esa máxima del ciclismo que dice que "si no das pedales es que estás bajando" jajajaja. Saludos

    ResponderEliminar
  4. Gracias a todos, me voy a poner colorado.

    Diré que antes siquiera de plantearnos subir ya había leido la crónica de LOS DEL UNOUNO y digo la crónica porque leí la de agosto; pero al saber que ibamos a subir leí la de septiembre a modo de ayuda y tb la de los "Mastrinkais".
    Es un placer leer los pormenores de vuestras salidas y ese tono de humor que no debe faltar en este mundillo.
    Habría sido un buen momento de contacto vuestro cumpleaños, nosotros no celebramos el nuestro.

    Benny, Fernandito y yo queremos "pasar miedo en el brujo" tal vez allí nos veamos las caras y veamos alejarse a los "Mastrikais" desde posiciones traseras. un saludo a toda la gente de Almería y a Diego con su infinita paciencia

    ResponderEliminar
  5. Dios santísimo, menuda ruta, la verdad que mientras leía la sana envia recorría mi cuerpo. Enhorabuena a los dos y como dice el guerry pronto coronaremos la cima los 5 vanderruta. Mientras tanto hay que seguir entrenando para afrontar el momento con fuerza. Ah, y estoy dispuesto a sacrificar una visita a Murcia por hacer dicha ruta. Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. A ver que tal nos va en el Brujo, yo seguire entrenando que soy el que peor va de todos y no pue ser.Y este es un futuro reto para el grupo de montaña de VandeRuta, para la proxima, ya subimos con equipacion y todo, jeje :P

    ResponderEliminar
  8. Eidher (una nueva lectora de vanderuta)4 de mayo de 2010, 0:03

    Chicos!!!!mucho animo, en esta vida todo con esfuerzo e ilusion se consigue, y aki teneis la muestra. Los que os kdasteis por el camino lo conseguireis pronto, y los q llegasteis, ya sabeis!!ahora a alcanzar nuevos objetivos,jejeejjeejeje. Besos para todossss!!!!!

    ResponderEliminar