Tras esta aclaración, os voy a narrar la despedida del que es uno de nuestros mejores ciclistas, claro está que siendo tan pocos es normal estar en la zona alta del podium; tiene el orgullo de ser uno de los primeros en esto de enfundarse (bueno al comienzo era embutirse) en unas mallas para ir por el monte viendo “cabricas”.
Nuestros comienzos fueron cuanto menos peculiares… y en ello tampoco es que hayamos avanzado mucho; pero Afis, nuestro líder natural… ha sido el principal promotor de todo esto, y cómo no reconocer también el apoyo de Rocío.
A la cita de la despedida nos presentamos los formales, alguien se quedó durmiendo; ya estaba la ruta decidida de antemano pues era de lógica que Afis quería vernos sufrir en “la cuesta del CHACHO” y mostrarnos una de sus rutas de cosecha propia.
Estábamos casi todos los del grupo de montaña pero Fernando no aparecía, y la verdad es que algunos se sentían algo aliviados con su ausencia, ya bastante dura es la cuestecica como para tener que ver como la sube esa máquina mientras tus piernas agonizan. Hacemos la llamada de rigor para comprobar que no se trata de un retraso y constatamos que ha pasado una mala noche y eso nos da un respiro. Total que estamos Afis, Benny, Richard y Yo (Guerry)
Partimos contentos saboreando la mañana, todo el rato preguntando sobre dónde se encontraba y cómo era la dichosa cuesta, pues Afis se mostraba reservando fuerzas para acometer la subida y eso nos ponía en tensión pues no era normal esa prudencia.
Salimos dirección la cuesta de la zorrera (tras el mercado de abastos) y llegamos hasta el río atravesando el Barrio Bravo, subimos hacia el pantano, pero esta vez tomamos el desvío nuevo para tomar el camino hacia Santa Bárbara… aquí empiezan las cuestas mas complicadas y todos miramos a Benny a ver si es verdad que se está tomando en serio lo de mejorar en las subidas… sorprendentemente realiza un ataque y se adelanta al pelotón en una rampa con aparente final en falso llano, pero lo que no sabía es que tras una curva, la rampa se endurecía; y una exclamación obscena brota de su garganta haciéndonos sonreír.
La hoja de rutas (guardada en la mente de líder) indicaba que había que tomar un camino que salía hacia la derecha, que, tras una divertida bajada llega hasta el almacén de Galasa cerca de la autovía. El recorrido nos obliga a buscar el cruce de la Ballabona que va hacia la Concepción… y que pasa sobre la autovía, para adentrarnos en mitad de una finca de naranjos… éste es ya por fin el recorrido oficial de la ruta del chacho, este es el camino buscado, pasamos cerca de la casa del chacho, por la cual se dio a conocer esta ruta y a partir de aquí comenzamos a sacar nuestras bromas, que si hemos llegado ya… que si es aquella, que si es esta, que si ¿¿“la Erica de la Piedad” es la cuesta del chacho?? Y entre tanto Afis, que seguía disfrutando de esa situación de superioridad de saber con antelación a lo que nos enfrentamos, iba poniéndonos aún mas nerviosos comentando la primera vez que afrontó esa subida y lo dura que resulta.
El camino hasta ahora tenía la única dificultad de la subida hasta Santa Bárbara, pero tras el descenso, el terreno era más bien llanico y poco a poco comenzaba a subir sin darnos mucha cuenta; pasamos cerca de la torre similar a la de las Mateas, (vamos a hacer famosa la Torre de las Mateas de tanto mencionarla) y nos vamos adentrando en plena naturaleza. En un momento determinado el guía nos invita a descansar y tomar algo de alimento para atacar a la temida bestia; ante nosotros teníamos el ascendente serpenteo de una cuesta que se encontraba oculta tras las curvas de su propio trazado, poco era lo que se vislumbraba de la temida rampa pero ahora le veríamos la tez y la sentiríamos.
Paramos en la poca sombra que nos brindaba el camino y tras encomendarnos a nuestros propios redaños… (eufemismo de cojo…) empezamos a escalar “la bicha”.
Afis comienza con ganas pero la rueda le hace un extraño y se detiene al comienzo… yo que voy tras él aprovecho para adelantarme y evitar la masificación, tras un ligero zigzag la cuesta da un rodeo y aparece la parte más dura de las tres claramente diferenciables.
A saber:
- Comienzo zigzagueante y ligeramente inclinado. Dificultad media.
- Tramo intermedio que aparece tras una curva, corto pero de dificultad altísima, en la que solo una cadencia elevada y algo de suerte hacen que la culmines con éxito y no tengas que poner pié a tierra. Termina en un leve descansillo.
- Último tramo de dificultad elevada pero que se ve incrementado por el esfuerzo realizado en el tramo anterior.
Subimos cada uno como buenamente podemos, y paradita necesaria en el descansillo para recuperar el aliento; Afis insinúa que esa parada le resta épica al ascenso que ciertamente es mucho más duro de una sola tacada… no se hable más!!! bajo el tramo intermedio olvidándome del tramo inicial, para subir de una sola vez… la verdad es que la primera vez que haces este tramo es muy difícil pues no sabes como pasarlo, pero ahora tenía claro que era con el trasero apretado sobre el sillín y los dientes aún más apretados… y seguidamente el tramo final… Richard que se encontraba en muy buena forma termina con una fuerza increíble la parte final seguido de Afis y Benny que consiguen subir de una manera sobresaliente.
Nuestras piernas acusan el ascenso y cualquier mínima rampa se convertía en la cuesta del sobrino, la del primo… y así con toda la genealogía, ya no éramos los mismos que habíamos partido esa mañana en busca de la cuesta del chacho, ahora éramos los restos de esos ciclistas y todo pasaba a ser una dura pendiente.
Avanzamos por el camino a un ritmo medio y encontramos para nuestra sorpresa que, a partir de un cruce, la ruta continúa por el mismo final que tenía la ruta de “esto me suena” salimos de los caminos para incorporarnos a la carretera de Zurgena a Lubrín y tras hacernos unas fotos de constatación de que hemos estado en Zurgena tomamos el cruce hacia Vera y empezamos a descender la cuesta del Negro…
Richard bajaba en cabeza y como desde la cima se puede ver todo el descenso, pues bajamos a toda velocidad y me pongo a la cabeza disfrutando de la carretera para nosotros solos haciendo giros inclinados y ocupando todo lo que la carretera nos permitía.
Seguimos circulando por la carretera casi sin tráfico y empezamos a sentirnos estrellas del ciclismo emulando los “demarrajes” de los más grandes para a continuación alzar los brazos en señal de victoria, uno tras otro vamos compitiendo, adelantando, retando… y con la bromica nos plantamos en Yedesa en menos de un suspiro; continuamos por la carretera que va desde Antas a Cuevas y en ese punto Richard da por finalizada su ruta pues ha quedado y va a llegar tarde; Afis Benny y yo queremos seguir “jugando” y nos metemos por las sendas tecniquillas que hay cerca del polígono “la masegosa”.
El agua caída días atrás había dejado los caminos mas durillos de lo que recordábamos pero seguimos disfrutando, hasta que llegamos a otra cuesta complicada, tanto que esta solo se plantea como opción de bajada y no de subida pues las ruedas pierden toda adherencia; la bajada es tarea difícil… de estas que pueden terminar en mala experiencia; salimos de nuevo a la carretera de Antas a Cuevas y nos desviamos hacia el Martinete para dejar a Benny en la misma puerta de su casa…
En total unos 47km en los que hubo de todo, pero sobre todo risas y una gratificante despedida de uno de los creadores de nuestro pequeño pero entrañable grupo de AMIGOS amantes de la bici.
Adjunto enlace a Wikiloc de la ruta: RUTA DEL CHACHO II
Que alegría, que alboroto......para el Guerry un perrito piloto¡¡¡
ResponderEliminarPero que ven mis ojos¡¡¡¡ ya solo te falta lo del Veleta y te pones al día.
Buen día que nos pegamos¡¡¡
http://brujobike.es/index1.html
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