lunes, 23 de noviembre de 2009

Ruta endurera con Lalo y Miguel (7/11/09)

Ya iba siendo hora, Lalo quería hacer algo mas duro de lo convencional y sabíamos cual sería la ruta ideal para dar rienda suelta a su bici de enduro, a cambio le tocaría sufrir una subida durísima y ponerle las cosas complicadas a Miguel Morales en uno de sus pocos sábados de bici (el es dominguero por motivos de trabajo).

La ruta ideada comenzaba ascendiendo hasta los depósitos para bajar por las rocosas rampas hasta los naranjos cercanos a la autovía camino a la Ballabona, para posteriormente bajar por la rambla y adentrarnos por los conocidos como caminos tecniquillos del polígono la masegosa. Y luego para quien quiera y pueda pues subida a la mina de los tres Pacos…


Debido a que la sede permanece cerrada en ausencia de Afis quedamos en la gasolinera (en mi casa…) poco a poco vamos llegando y saludando, a la cita llegan Benny, Fernandito, Lalo, Miguel Morales y yo (Guerry). Richard es baja de última hora por motivos de salud.


Salimos desde el punto acordado y nos dirigimos hacia la sede, para no perder la costumbre, subimos hasta la plaza del castillo para bajar por la cuesta de la zorrera, Barrio Bravo y carretera del río. Vamos charlando tranquilamente cuando noto la rueda trasera demasiado floja… temiendo lo peor freno al grupo y me dispongo a reparar un pinchazo cuando, Fernando me recuerda que la presión se debe a que no he tocado la bici desde el Veleta y que la presión varía con la altitud… menos mal que contamos con un ingeniero titulado entre nosotros, doy aire a la rueda y tema solucionado.


Tras esta tonta anécdota por mi parte reanudamos el camino tranquilamente hacia los depósitos; ya con el camino ante nosotros para subir a la cima nos planteamos llegar primero al pantano para calentar, pero lo descartamos para no hacer sufrir nuestras piernas antes de los depósitos… mientras nos adentramos en la Hoya vamos poco a poco concienciándonos, pues a pesar de que no es muy largo el recorrido si es exigente.


Comienza la subida y Fernando se pone en cabeza le sigue Benny, luego Lalo y Miguel, yo me quedo cerrando la comitiva; Fernando se va alejando del resto pero Benny va muy fuerte (esta mejorando mucho) Lalo acusa el peso de su bici y Miguel se muestra precavido para no terminar en el suelo pues hay que mantener el equilibrio en buena parte del trayecto.




Llegamos hasta el primer depósito y hacemos una pequeña parada, no es plan de desfondar a nadie esta ruta es para disfrutarla y no para hacer km. Reemprendemos el ascenso y cada uno a su ritmo, las vistas desde el segundo depósito bien merecen la dureza. Nos hacemos unas fotillos… y ahora toca la parte endurera.



El camino hasta los naranjos en un continuo sube baja en el que la inercia de la bajada favorece el siguiente ascenso, con mucha roca suelta y camino complicado. Lalo y yo vamos en cabeza pues somos los más osados, en última posición Miguel quien parecía no querer despertar el “zorro” de su horquilla.




No habíamos comenzado lo mas divertido de la bajada cuando Fernando pincha una de esas cámaras antipinchazos (somos unos pupas) y parada para arreglo de pinchazo, andamos un poco y esta vez me toca el turno de pinchar a mi, la cosa no iba como esperábamos íbamos lentos y encima pinchábamos, pero estábamos disfrutando de una día genial y Lalo estaba aprendiendo una ruta de su estilo.



Llegamos hasta los naranjos y nos metemos de lleno en la rambla que circula paralela a la autovía y a la carretera de servicio, aquí Miguel despierta por fin a su “zorro” y no se queda rezagado; Fernando marca el ritmo, Lalo va disfrutando como un loco de su bici y brincando con cada oportunidad que le daba el terreno… yo disfrutando como un crío y Benny peleándose con su rueda delantera que se empeñaba una y otra vez en hacerle caer al suelo, más de un susto por su parte y algunas risas por la nuestra, pues no aterrizaba pero las maniobras eran cuanto menos graciosas. Yo por mi parte tuve mi momento de susto pues tuve que saltar por encima de manillar al hincarse la rueda delantera en un cortado… pero no caí de puro milagro.






Cruzamos la carretera de servicio para seguir todavía más por la rambla, Fernando nos guía por zonas que aprendió en sus rutas con Michel, y que son realmente increíbles pues a pesar de estar tan cerca nunca las habíamos circulado; hasta que llegamos a la altura de Yedesa y ahora tocaba circular por los caminos “tecniquillos”, en este punto nos encontramos con Michel y Juan “el china”, que venían de hacer su ruta… les invitamos a venir pero Juan ya tenia su ruta completa y no le apetecía mas vuelta.





Esos caminos tienen su punto de diversión y alguna bajadita de esas que te quitan el hipo, ya estábamos cerca de casa y la rueda de Miguel pierde aire… pero en vista de que no lo hacía muy fuertemente decide llegar hasta su lugar de trabajo (apenas a un par de km) y allí arreglar el pinchazo, le acompañamos con gusto pues nos ofreció darnos agua e incluso alguna pieza de fruta (si nos deja mas tiempo allí vaciamos el almacén), ya era muy tarde y nadie se planteaba siquiera ir hacia el pantano, habíamos recorrido 30km pero con ello nos dábamos por contentos.





De camino a casa decidimos llegar hasta el recinto ferial donde estaban montando las casetas… y para nuestra sorpresa allí estaban los del “olvidadero” preparándolo todo para las fiestas, incluso nos hicieron trabajar un poco…



Dejamos a esta gente preparando sus cosas y yo obsesionado con una cosa… mi cuentakm está en 1998km totales (la bici lleva mas pero el cuenta tiene menos tiempo) al final con la mirada mas puesta en el cuenta que en el asfalto pasa a los 2000 poco antes de llegar a meta… si no hubiese sido así habría dado vueltas a la calle del colesterol hasta conseguirlo.



Lalo aprendió una ruta para divertirse con su bici de enduro Miguel volverá a salir con nosotros cuando el trabajo se lo permita y todos disfrutamos otra rutilla mas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA RUTA DEL "QUITAMONO"

Tras un mes de obligado parón y tras las fiesta de San Diego de Alcalá, no parecía que se fueran a dar las condiciones ideales para disfrutar a tope.......pero no ha sido así.

Día de vacaciones y mañana soleada. Salgo sin ruta fija, solo, tiene que ser una ruta dura con menos de 2 horas que me vuelvo a mi "otra" casa . Desecho el llaneo y la "clásica" de Santa Barbara. Vamos a por Almagro y me mido mis fuerzas.

Voy llegando a la mina y un poco de flato me hace decidirme por la opción de asfalto que no es que sea menos dura pero puedes subir a 4 km/h sin riesgo grave de caída. Subo con el mismo desarrollo que subí la ultima vez y he sufrido creo que como nunca. En la zona mas dura lo definiría como: "Santa Agonia", pero tengo que terminar este tramo al tirón y así ha sido. Parada de foto y seguimos.




En estos momentos mas duros mi única motivación era la bajada. Y a la altura de los carteles metiendole caña que la ruta era corta y tenia que ser exigente. Dado el sufrimiento del ascenso descarto tocar cima en las antenas y tras un tramo de subida por camino de tierra y posterior bajada por hormigón, me pongo los manguitos y me lanzo. Allá vamos.



Al inicio de la bajada me doy cuenta que lo que mas he echado de menos es la adrenalina del descenso, para sufrir tengo la estática y el inminente spinning. El terreno estaba "niquel" para el descenso pero en caso de subida no se yo como me las hubiera visto. Disfrutando curva a curva y la rueda increiblemente estable pese al desgaste acumulado. Me encuentro con Paco Mora que sube corriendo (que animal¡¡¡¡¡¡¡¡) y tras esto me digo para mis adentros: ¿Puedo estar satisfecho por MI ruta de hoy?




Sigue la bajada y cojo el desvío que te lleva al canal de Remo.......y cada vez mas rápido y la rueda que no se va. Tanta moral llevaba que hasta la zanja que nunca había atravesado me he decidido a afrontarla con resultado positivo. Parece que todo lo que he perdido en subida lo he ganado en bajada, ¿o sera cosa de un día?.
Río abajo a cerca de 30km/h llego a mi casa maquillando la media que alcanza los 15,1 en poco mas de 25 km.
Pues me quité el mono con una ruta que tiene de todo, pero concentrado.
Afi$

viernes, 13 de noviembre de 2009

VandeRuta en la cumbre. Subida al Veleta

Todo comienza el día en que sales a la calle por primera vez a hacer bici como deporte, te vas planteando retos y más retos hasta que pasas de subir una ligera cuestecica a subir a Almagro y la cosa sigue y sigue y en tu mente empiezan a aparecer nuevas aventuras, pero en el horizonte una idea siempre presente… algún día tengo que subir al Veleta.

Fernando da la voz de aviso, su primo Cayetano quiere subir el sábado del puente de los difuntos y quiere que vayamos, en seguida los Vanderuta responden al aviso y cada uno expone sus opciones. Afis se encuentra en Sevilla y Richard tiene planes por tierras Murcianas, Benny en cambio dice que si es en plan dominguero que viene pero si vamos a sufrir pues que no quiere ir de vagón de cola. Total que Benny se queda con las ganas pues intuíamos que lo íbamos a pasar mal.

El plan es el de salir desde Capileira para llegar hasta el Mulhacén y si se puede al Veleta.

La idea de salir desde Cuevas en coche nos parece una locura y entonces recurro a un personaje anónimo que nos brinda su hospitalidad para pernoctar en Granada y salir temprano hacia Capileira. Para ello Fernando debía de pasar por Almería a por mí y mi burrica.

Era ya la noche de Viernes cuando Fernando llama diciendo que está en Almería… ahora tocaba ir a Geonatural para sacar mi burra con transmisión nueva y de paso Fernando abastecerse de unas cuantas cosas. El pobre de Diego de “Geo” tuvo que aguantarnos hasta las tantas.

Con las bicis cargadas y las ganas locas de llegar a Granada emprendemos la ruta que tanto habíamos esperado, era tarde y Fernando tenía un hambre atroz… así que paramos en Guadix para cenar y así tener fuerzas para la mañana siguiente.

Al llegar a Granada Fernando comienza a comentar su vida de estudiante por esas calles y empezamos a cuestionarnos la opción de salir de fiesta y dejar las bicis guardadas por un tiempo… Tanta gente disfrazada y tanto ambiente de fiesta y nosotros íbamos a pasar la noche durmiendo para sufrir al día siguiente… nos sentíamos como unos auténticos frikis.

Dejamos el coche en un aparcamiento vigilado y llegamos a la que sería nuestra casa por esa noche, nos recibieron con cariño y una agradable conversación en el balconcico viendo el gentío hasta que decidimos dormir para poder estar en forma.

A las 7am estábamos en pie y dispuestos para ir a Capileira, salimos sin despertar a nuestra anfitriona y bajamos a desayunar, aún había gente por las calles y nosotros no desentonábamos porque íbamos con cara de muertos en vida.

En el coche Fernando va comentando los pueblos por los que vamos pasando, mientras que los compañeros de ruta salieron de las Presillas Almería para reunirse con nosotros en Capileira. Pasamos por Lanajarón y como no podía ser de otra manera hicimos lo típico de la gente de Cuevas, en una fuente llenamos nuestras mochilas y bidones porque todo lo que sea gratis nos tienta y siendo el mejor agua del mundo no vamos a desperdiciarla.

Tras una hora de camino llegamos a Capileira y Fernando empieza a poner a punto su montura, la mía estaba recién reparada así que montaje de la rueda delantera y tirando millas, empezamos a ponernos un poco nerviosillos pues Cayetano y Javier estaban aún lejos del punto de encuentro y las ganas de empezar eran cada vez mayores; finalmente aparecen y tras un saludo empiezan a prepararse… los nervios afloran y todos mirando con recelo a cada uno para ver si podremos dar la talla o no, bueno a Fernando no lo miramos pues estaba claro que si alguien podía era él.

Son las 11 y por fin se da el pistoletazo de salida hacia la cumbre. Cayetano viene convaleciente de un problema gástrico y todo hace pensar que lo va a pasar mal y nosotros también. Comenzamos a ascender por las calles del pueblo y pronto lo dejamos atrás; sabemos que nos quedan unos cuantos kms de subida y que la altitud nos lo va a poner difícil.

Fernando va relajadamente en cabeza charlando con Javier mientras que Cayetano y yo vamos en la retaguardia; la velocidad es lenta y yo voy haciendo paraditas, que si para fotografiar esto, que si lo otro, que si un pis por aquí otro por allá, con tanta hidratación previa tenía la vejiga repleta, Cayetano a su ritmo seguía ascendiendo pero su estado de salud no era el ideal y a 6km de la salida decide parar; realmente no se encuentra bien y con la altitud podría sentirse peor; nos reagrupamos y decidimos seguir sin él estableciendo un horario, a las 4 de la tarde deberíamos estar en los coches para ir a comer.

Apenas se acababa de marchar Cayetano cuando el asfalto desaparece del camino, mis ruedas notan que están en su medio natural y parecen mas rodadoras, pero Javier se da cuenta de que no va muy sobrado de fuerzas pues la altitud le empieza a pasar factura; estamos adentrándonos en una zona boscosa y otra vez paradita para miccionar y un ligero descanso. Seguimos un poco y llegamos hasta el punto de información a partir del cual no se puede circular con coches.

Poco a poco y sin querer Fernando y yo nos vamos alejando de Javier y haciendo gala de la consigna VandeRuta de no dejar a nadie vamos en su busca, la idea de que no llegaríamos a tiempo nos ronda la cabeza lo que nos hace rodar mas fuerte sin querer y Javier de nuevo se nos descuelga… pero en un gesto digno de alabar nos ofrece continuar sin él alegando que él se daría la vuelta para las 14:30 donde le pille y para abajo. Agradecemos su noble gesto y nos despedimos, luego empezamos a apretar el ritmo, no íbamos sobrados de fuerzas pero de tiempo tampoco y no íbamos a dejar escapar la oportunidad de llegar al Mulhacén y si se podía hasta el Veleta.

Salimos de la zona boscosa y aparece ante nosotros Sierra Nevada desnuda de su manto blanco a partir de aquí vamos ascendiendo con mas calma pues ahora si que tenemos referencias claras de hacia donde nos dirigimos y no era plan de ir derrochando energías. Fernando increíblemente atento, preocupado en todo momento de ir marcando un ritmo ideal que no nos haga desfallecer pero que nos permita estar en el tiempo acordado.

Llevábamos unos 17km desde la salida y 5 desde que dejamos a Javier cuando nos encontramos con los primeros senderistas que estaban de vuelta, al verlos siento una extraña sensación; no somos los únicos “locos” por estas tierras… pero a medida que avanzábamos iban apareciendo mas senderistas, como es costumbre VandeRuta saludamos a todo el mundo, no es que seamos la alegría de la huerta pero en mitad de la nada encontrarte a algún “colgao” como tú pues hace gracia.

Seguimos la pista sin incidencias, por ahora la altitud no es problema solamente que vamos despacico, es una sensación rara, te sientes bien pero a la mínima que intentes apretar notas que tu cuerpo te dice <<>> Fernando tal y como de costumbre decide adelantarse para hacerme una foto… y en condiciones normales por mucho que yo le intente seguir el ritmo él se acaba escapando… pero esta vez todo era diferente; Fernando se pone en pie y comienza a tirar y yo tranquilamente sentadico le sigo a rueda separado solamente por escasos metros fruto del tirón inicial pero que no se iban incrementando… entre sonrisas decido frenar, para no desalentar a Fernando… y justo cuando éste paró yo reanudo la marcha… Fernando ni se había enterado de mi actuación pero si se había dado cuenta de que no se correspondía el esfuerzo que realizaba con la velocidad que imprimía a su bici; al final le confesé el truco y nos reímos un poco… que como para reírnos estábamos.

Seguimos pedaleando siempre por la cresta de la montaña y maravillados con las increíbles vistas, aparecen los primeros ciclistas en descenso y nos saludamos con agrado… (jejeje mira que colgaos mas majos).

Llegamos a las faldas del Mulhacen y descansamos junto a un pequeño refugio, Fernando conocedor de la sierra me cuenta sus experiencias por la zona, no hay rastros de nieve pero si hay pequeñas lagunas del deshielo, intuimos las figuras de varios senderistas que están en pleno ascenso a la cima del Mulhacén. Paramos cerca del refugio y nos planteamos lo que íbamos a hacer, eran las 14:30 y habíamos llegado objetivo inicial, tras 25km recorridos; podíamos intentar subir al Mulhacén pero desde ese lado no se puede en bici y no era plan de dejarlas solicas. Planteo la alternativa de llevarnos con nosotros la rueda delantera… pero la sensatez de Fernando me hizo desistir (días después me comentaron que unos ciclistas almerienses, con los que coincidimos en la ruta, tuvieron la misma idea con el resultado final de una rueda en caída libre por el Mulhacén hacia abajo y la búsqueda de ayuda a los forestales).

La otra opción era la de continuar hacia el Veleta hasta donde nuestros cuerpos nos permitan, las referencias que teníamos eran de que estaba cerca, unos 5km más cerca de los que realmente fueron. No nos planteamos descender, pues la idea de llegar lo más lejos posible era irrechazable.

Dejamos el refugio a nuestras espaldas y continuamos ya con algo de fatiga, el refugio se encontraba en mitad de un camino en forma de “U”, lo que no nos permitía ver la continuidad de éste… De repente Fernando se para en seco y yo gritando !!!Fernando las cabras , las cabras!!! Y Fernando todo calmado me dice <>; que bonicas las cabricas me recuerdan a cierto Vanderuta conocido como el Cabro…

Tras alcanzar el final de este tramo Fernando y yo nos sumimos en el desconcierto; no sabíamos cuanto faltaba, nuestros cuentakm marcaban 32km y el Veleta no aparecía, otra vez un camino en forma de “U” nos escondía nuestra meta, ambos cansados y con recelo nos vamos dando ánimos para continuar… ya estamos aquí y este no se nos escapa… Venga que ya está aquí, que no queda mucho… Y en este proceso de mentalización vemos a un senderista que baja hacia nosotros, pero aún estaba lejos, amablemente nos recibe y nos cuenta con todo lujo de detalles los pormenores de lo que nos restaba y nos insta a que continuemos, al menos hasta el final de esa “U”; porque allí se encontraba otro refugio y desde allí podríamos ver el resto del camino.

Decididos a terminar continuamos el camino, más senderistas aparecen, algunos incluso nos animan a seguir… Campeones!!! (que majos somos todos los colgaos leñe) pero el final del camino en herradura es una autentica trialera y serpentea un poco antes de salir finalmente al refugio y a los carteles de las pista; hacemos alarde de pericia y logramos subir la trialera… curvica pa la derecha, curvica pa la izquierda y… ¡leñe un niño! Umm los carteles de las pistas… el refugio… asfalto… y ¡Cobertura en el móvil! Llamadas perdidas de los VandeRuta, de los papis, de Leo… jolines si que nos quiere la gente.

En este punto aparecen unas goticas en mis ojos… Fernando dice ¿¿es que vas a llorar?? No hombre es que se ha mezclao el sudor con la crema solar y me escuecen los ojos… intentamos seguir pero Fernando tenía la mente puesta en llamar a cierta personilla… y yo pues llamo a mis papis; no habíamos coronado aún pero no faltaba nada; bueno nada es relativo pues ese zigzag final es desesperante… saludas a los senderistas a los que adelantas una y otra vez… tu serpenteando y ellos todo recto.

Fernando descubre que su bici (la mía ya lo hacía desde que la compré) es capaz de circular a 4km/h (la mía incluso a 3,8…) y experimenta por primera vez la sensación de pensar que es mejor bajarse y seguir andando, pero se sobrepone del susto de ver su bici (y repito, la suya, porque las nuestras están acostumbradas) a tan ínfima velocidad y desestima la opción de caminar. Por fin la cima y los últimos metros son roca pura y no hay manera de ir en bici… ¿qué hacemos las dejamos aquí o las subimos? Respuesta fácil <<ésta sube por mis pantalones…>>

Son las 4 de la tarde, sin comer (bueno me empaché con las napolitanas tan conocidas por los VandeRuta) con 36’9km en nuestras piernas y en la segunda cima más alta de la península y un fresquito que nos rodeaba el cuerpo.

Fernando que estaba con la cabeza puesta en un plato alpujarreño insiste en ir bajando; nos ponemos los cortavientos, mientras dos salerosas parejas de cordobeses se preparaban unos bocadillicos de infarto con tortillica de patatas para picar… umm y nosotros con las barritas y napolitanas… ya babeando que estábamos nos ofrecieron picar, y a otra pareja que estaba allí también; así da gusto ir a un sitio de estos; rechazamos la comida (Fernando quiere plato alpujarreño y de eso no le sacas) y sacamos el periódico… como todo buen ciclista para leer las noticias y estar al tanto de todo… tanto apreciamos la cultura que nos la ponemos en el pecho… cerquita del corazón; nos esperan 37km de bajada y no es plan de quedarse pajarico en el descenso.

Fernando me advierte de que no desfase en la bajada pues pronto oscurecerá y no es buena idea que eso ocurra en mitad de la sierra y un pinchazo nos haría perder un tiempo precioso.

Empezamos a bajar y nos olvidamos casi de la idea de no desfasar… la tentación es mucha y una bajada de esas no es para ponerse modositos… al poco de dejar el pico nos encontramos al primero de una comitiva de ciclistas que tenían toda la pinta de ser de Almería le siguen unos pocos; alguno incluso se detiene a saludar; espera… esta bici estaba ayer en Geonatural… esta gente es de Almería!!!

Continuamos tranquilamente y en las faldas del Mulhacén nos encontramos con un ciclista el pobre estaba bajando a pie uno de los pocos tramos del ascenso en los que el camino baja un poco… llegamos a su altura y nos dice que está agobiado, que tiene mal de altura y que estaba esperando a que alguno de los suyos se diese la vuelta porque se encontraba mal; Fernando con su vena de protector le insinúa que lo correcto es darse la vuelta pues no son horas ya que el sol no tardaría en esconderse en la sierra y desde ese punto quedaba lo más duro de la etapa… pero como el refugio quedaba a un paso decidió esperarles allí.

Ahora si, el resto de la etapa era un increíble descenso, y digo lo de ahora si porque mi mente estaba confusa, en ocasiones yo creía estar subiendo pero la bici cogía velocidad sin dar pedales… esto no es normal, si vamos subiendo… yo alucinando y Fernando desesperado ante mis tonterías comentaba una regla básica del ciclismo, si no das pedales es que vas bajando!!!

Bajábamos a una velocidad de infarto y disfrutando como locos, tanto que en un mal giro la bici se me descontrola y esquivo con la rueda delantera una roca que no consigue sortear la trasera… pumm reventón al canto… Fernando todo amor y ternura en lugar de mandarme al infierno, por no hacer caso en lo de la prudencia, me arregla el pinchazo y casi me dice eso de sana sana… pero como no hubo caída no fue necesario.

Seguimos hacia abajo y el firme va mejorando… nos ponemos a descender a 60km/h en mas de un tramo y eso que frenábamos al ver algún senderista para no empolvarles ni lanzarle alguna piedrecica a modo de proyectil… de vez en cuando había que estirar los dedos de las manos, porque el frío y la fuerza de sujetar el manillar me los estaba dejando molidos…volvemos a pasar por la zona boscosa… sorteamos la barrera que impide el paso a los coches… y para abajo… un poco mas de pista forestal y por fin asfalto… o los restos de lo que en su día era asfalto.

Ahora son las 17:45 estamos en el aparcamiento tras haber recorrido 73km y toca guardar las bicis, cambiarnos y comer

El pobre Fernando se quedó sin su plato alpujarreño pues las cocinas estaban cerradas como era de esperar a esas horas; pero un buen bocata de jamón de la sierra le da la vida a cualquiera.

Respecto a Cayetano y Javier; Cayetano se recuperó de su malestar y volvió a subir mientras que Javier consiguió llegar a las faldas del Mulhacén y en su descenso se reunió con Cayetano que ya había sobrepasado la zona boscosa.

A las 22 horas llegamos a Cuevas, con la sensación de haber hecho algo grande y difícil de mejorar. Fuimos solo dos VandeRutas pero pronto llegaremos al Veleta los 5 del grupo de montaña.

Benny ponte las pilas…

Afis vas a quemar la estática…

Richard vas a tener que descansar un finde de tus visitas a Murcia…

lunes, 9 de noviembre de 2009

Copa MTB Dalias 2009

Un fin de semana más, los VandeRuta estamos con hambre de nuevas aventuras y rutas en bici. Este fin de semana el grupo se ha disgregado, por un lado Fernando y Guerry se van a hacer la subida al Veleta y yo (Benny) que tampoco se estar quieto, me he apuntado a la Copa MTB de Dalias, a ver que tal se nos da.

Todo comenzó el viernes por la mañana cuando escucho en la radio que en Dalias se hacen unas jornadas sobre montañismo y entre las actividades que se realizan se encuentra una carrera de bici de montaña ese mismo domingo, así que ni corto ni perezoso, me pongo en contacto con mi amigo Dani de Antas (compañero de trabajo y de otras aventuras), con el cual me pongo de acuerdo y formalizamos la inscripción esa misma mañana. Hablo con el por la tarde y quedamos para vernos el domingo a las 8 y media para irnos hacia Dalias ya que el no conocía el camino.

Llegamos allí hacia las 9 y corriendo nos dirigimos al ayuntamiento ha recoger nuestros dorsales y acto seguido vuelta a los coches a preparar las bicis y vestirnos para la faena, que en poco tiempo se da la salida. Nos dirigimos hacia la salida con el animo de terminarla y hacerlo lo mejor posible (para ganar ya estaban Golbano, Tomas Navarro y esa gente…)



Se da la salida y nos dirigimos hacia el Arroyo de Celín donde se da la salida oficial. Una vez llegamos allí esperamos a los rezagados y una vez que estamos todos se da la salida cronometrada. Los primeros los vimos allí y ya esta, jeje. Pasamos por el arroyo que tenia agua y empezamos a subir asta que una barrera de piedras nos corta el camino. Pie a tierra, a saltar las piedras y a seguir parriba.

Cogemos una pista con muy buen estado, pica hacia arriba pero no esta mal, seguimos subiendo hasta que nos meten por un sendero el cual se ha de hacer andando ya que tiene mucha pendiente y esta lleno de piedras. Una vez superado este volvemos a la pista principal y a seguir subiendo, se sube por una pista ancha casi todo el rato pero en algunos tramos se nos desvía por unos senderos que hacen la ruta mas bonita si cabe pero estos son muy técnicos y tienen mucha pendiente, que es lo que realmente hace dura la prueba. Yo pensaba que la subida seria como subir Almagro pero nada parecido, ya que en la misma distancia se sube el doble de metros, ya que subimos un desnivel de más de 1400 metros. Yo a mi ritmo iba subiendo tranquilamente, he venido a subir y a terminar la ruta como sea así que parraba. Mi amigo va por delante de mi es un adicto al deporte y futuro miembro de la policía y esto se nota, pero bueno yo sigo subiendo.



En uno de los Avituallamientos pregunto si queda mucho por subir todavía, me dicen que no pero que a continuación hay una trialera de piedras que la mayoría de la gente la ha subido andando. Uno de los chavales me pregunta si realmente mi bici tiene amortiguación y le digo que si (no se por que pero mi bici llama mucho la atención en las pruebas almerienses). Me tomo un acuarius, recargo agua y para arriba a seguir.

Paso la trialera de la mejor manera posible, y continuo por los senderos hacia arriba. Las vistas han cambiado y estamos a más de 1000 metros de altura, y corriendo por encima de las nubes, las vistas son impresionantes y estoy disfrutando como un loco y lo más importante, me siento bien.



Sigo por la pista principal y me desvían hacia un sendero que tiene bastante pendiente, veo un poste que pone pr-14 creo, yo sigo hacia arriba, subiendo como puedo y pensando a ver donde termina la subida. A lo lejos veo una casa y pienso como haya que subir hasta ahí me muero!!, pero saque fuerzas y apreté un poco mas, que no se diga, pero a mitad de una gran cuesta del 22% encuentro un coche atravesado y me desvían hacia un sendero, antes me preguntan si voy bien, les digo que si y para abajo, también me avisan de que tenga cuidado, al tomar la primera curva se por que lo dicen, un sendero muy estrecho lleno de piedras y bastante peligroso, donde previamente un chaval se había roto la clavícula.



Yo con prudencia pero con ganas bajo todo lo rápido que me permite mi cuerpo y mi mente, me da igual que haya piedras, arena, roderas, lo que sea, estoy disfrutando como nunca, hay muchas curvas en V que me ponen en aprietos pero todas se solventan, a mitad de la bajada me encuentro con 2 chicos, creo que han pinchado, les digo si necesitan algo y me paro por si acaso (ante todo camaradería), me dicen que esta todo bien y que siga mi camino, así que sigo para abajo, pero, esto que es?? Solo hay piedras y mas piedras, paso como puedo, la bici bota para todos lados pero yo para abajo corriendo y disfrutando, hasta Dalias son todo senderos y en algunos puntos se vuelve a cruzar la pista principal, sigo disfrutando como nunca, la bajada es muy técnica (no tecniquilla, sino técnica) y me encanta.



Bajamos por algunos de los senderos que hemos pasado a la subida y la verdad es que se ven de otra forma, jeja. Engancho la pista principal durante unos cuantos kilómetros, llegando a una velocidad de 65 Km/h mas o menos hasta que frenazo y a bajar por el primer sendero que nos encontramos pero ahora se nos desvía a la izquierda (el camino por el que subimos estaba a la derecha), y justo entrar a esta nueva senda encuentro un cartel de zona peligrosa, dada la velocidad a la que se bajaba creo que la gente no hizo mucho caso de este cartelito, pero el sitio era realmente peligroso, muchas piedras puntiagudas y muchas rocas que podían destrozarte una rueda fácilmente, pero todo salió bien y no tuve ningún percance.



La senda llega a una rambla donde hay mucha gente y el camino se desvía hacia una pendiente pero corta cuesta, pero esto que es?? Me ha pillado con todo el desarrollo metido y en que me he visto en subir, paso junto a una hermita y bajo por otra senda hasta llegar a una carretera de uso agrícola que desemboca en otra rambla, ahí apretando con las fuerzas que me quedaban, un poco de rambla y curva a la derecha, aunque pillo al municipal despistado, jeje, ya estoy en el pueblo, y hay que entrar como un campeón, así que esprinto con las pocas fuerzas que me quedan (hay que llegar como un campeón aunque no lo sea) y llego a meta, donde estaban mis padres y mi amigo. Me preguntan que qué tal me ha ido y les digo que bien, sin ningún problema, mi amigo llego 30 minutos antes que yo.

En resumen, una prueba corta, muy dura y muy bonita, y una sierra impresionante. Me lo he pasado muy bien y lo más importante, me he sentido bien en todo momento, ha sido un buen entrenamiento cara a mejorar en las subidas. Mi amigo me dijo, Benny, para la próxima a ver si te buscas una ruta que sea menos dura, y la bajada ha sido el sitio más difícil y más duro por el que he bajado. Al final termine en el puesto 65 de aproximadamente un centenar de personas que tomaron parte en la prueba, mi amigo llego el 53. Próximo reto, seguir montando en bici, seguir mejorando en las subidas y por supuesto seguir DIVIRTIENDOME con lo que hago.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?&id=602370


Por Benny

lunes, 2 de noviembre de 2009

Despedida a lo grande. Ruta del chacho II

No os dejéis influenciar por el título, pues esta despedida no es de soltero…

Tras esta aclaración, os voy a narrar la despedida del que es uno de nuestros mejores ciclistas, claro está que siendo tan pocos es normal estar en la zona alta del podium; tiene el orgullo de ser uno de los primeros en esto de enfundarse (bueno al comienzo era embutirse) en unas mallas para ir por el monte viendo “cabricas”.








Nuestros comienzos fueron cuanto menos peculiares… y en ello tampoco es que hayamos avanzado mucho; pero Afis, nuestro líder natural… ha sido el principal promotor de todo esto, y cómo no reconocer también el apoyo de Rocío.

A la cita de la despedida nos presentamos los formales, alguien se quedó durmiendo; ya estaba la ruta decidida de antemano pues era de lógica que Afis quería vernos sufrir en “la cuesta del CHACHO” y mostrarnos una de sus rutas de cosecha propia.

Estábamos casi todos los del grupo de montaña pero Fernando no aparecía, y la verdad es que algunos se sentían algo aliviados con su ausencia, ya bastante dura es la cuestecica como para tener que ver como la sube esa máquina mientras tus piernas agonizan. Hacemos la llamada de rigor para comprobar que no se trata de un retraso y constatamos que ha pasado una mala noche y eso nos da un respiro. Total que estamos Afis, Benny, Richard y Yo (Guerry)

Partimos contentos saboreando la mañana, todo el rato preguntando sobre dónde se encontraba y cómo era la dichosa cuesta, pues Afis se mostraba reservando fuerzas para acometer la subida y eso nos ponía en tensión pues no era normal esa prudencia.






Salimos dirección la cuesta de la zorrera (tras el mercado de abastos) y llegamos hasta el río atravesando el Barrio Bravo, subimos hacia el pantano, pero esta vez tomamos el desvío nuevo para tomar el camino hacia Santa Bárbara… aquí empiezan las cuestas mas complicadas y todos miramos a Benny a ver si es verdad que se está tomando en serio lo de mejorar en las subidas… sorprendentemente realiza un ataque y se adelanta al pelotón en una rampa con aparente final en falso llano, pero lo que no sabía es que tras una curva, la rampa se endurecía; y una exclamación obscena brota de su garganta haciéndonos sonreír.







La hoja de rutas (guardada en la mente de líder) indicaba que había que tomar un camino que salía hacia la derecha, que, tras una divertida bajada llega hasta el almacén de Galasa cerca de la autovía. El recorrido nos obliga a buscar el cruce de la Ballabona que va hacia la Concepción… y que pasa sobre la autovía, para adentrarnos en mitad de una finca de naranjos… éste es ya por fin el recorrido oficial de la ruta del chacho, este es el camino buscado, pasamos cerca de la casa del chacho, por la cual se dio a conocer esta ruta y a partir de aquí comenzamos a sacar nuestras bromas, que si hemos llegado ya… que si es aquella, que si es esta, que si ¿¿“la Erica de la Piedad” es la cuesta del chacho?? Y entre tanto Afis, que seguía disfrutando de esa situación de superioridad de saber con antelación a lo que nos enfrentamos, iba poniéndonos aún mas nerviosos comentando la primera vez que afrontó esa subida y lo dura que resulta.






El camino hasta ahora tenía la única dificultad de la subida hasta Santa Bárbara, pero tras el descenso, el terreno era más bien llanico y poco a poco comenzaba a subir sin darnos mucha cuenta; pasamos cerca de la torre similar a la de las Mateas, (vamos a hacer famosa la Torre de las Mateas de tanto mencionarla) y nos vamos adentrando en plena naturaleza. En un momento determinado el guía nos invita a descansar y tomar algo de alimento para atacar a la temida bestia; ante nosotros teníamos el ascendente serpenteo de una cuesta que se encontraba oculta tras las curvas de su propio trazado, poco era lo que se vislumbraba de la temida rampa pero ahora le veríamos la tez y la sentiríamos.

Paramos en la poca sombra que nos brindaba el camino y tras encomendarnos a nuestros propios redaños… (eufemismo de cojo…) empezamos a escalar “la bicha”.





Afis comienza con ganas pero la rueda le hace un extraño y se detiene al comienzo… yo que voy tras él aprovecho para adelantarme y evitar la masificación, tras un ligero zigzag la cuesta da un rodeo y aparece la parte más dura de las tres claramente diferenciables.



A saber:

- Comienzo zigzagueante y ligeramente inclinado. Dificultad media.

- Tramo intermedio que aparece tras una curva, corto pero de dificultad altísima, en la que solo una cadencia elevada y algo de suerte hacen que la culmines con éxito y no tengas que poner pié a tierra. Termina en un leve descansillo.

- Último tramo de dificultad elevada pero que se ve incrementado por el esfuerzo realizado en el tramo anterior.

Subimos cada uno como buenamente podemos, y paradita necesaria en el descansillo para recuperar el aliento; Afis insinúa que esa parada le resta épica al ascenso que ciertamente es mucho más duro de una sola tacada… no se hable más!!! bajo el tramo intermedio olvidándome del tramo inicial, para subir de una sola vez… la verdad es que la primera vez que haces este tramo es muy difícil pues no sabes como pasarlo, pero ahora tenía claro que era con el trasero apretado sobre el sillín y los dientes aún más apretados… y seguidamente el tramo final… Richard que se encontraba en muy buena forma termina con una fuerza increíble la parte final seguido de Afis y Benny que consiguen subir de una manera sobresaliente.

Nuestras piernas acusan el ascenso y cualquier mínima rampa se convertía en la cuesta del sobrino, la del primo… y así con toda la genealogía, ya no éramos los mismos que habíamos partido esa mañana en busca de la cuesta del chacho, ahora éramos los restos de esos ciclistas y todo pasaba a ser una dura pendiente.

Avanzamos por el camino a un ritmo medio y encontramos para nuestra sorpresa que, a partir de un cruce, la ruta continúa por el mismo final que tenía la ruta de “esto me suena” salimos de los caminos para incorporarnos a la carretera de Zurgena a Lubrín y tras hacernos unas fotos de constatación de que hemos estado en Zurgena tomamos el cruce hacia Vera y empezamos a descender la cuesta del Negro…






Richard bajaba en cabeza y como desde la cima se puede ver todo el descenso, pues bajamos a toda velocidad y me pongo a la cabeza disfrutando de la carretera para nosotros solos haciendo giros inclinados y ocupando todo lo que la carretera nos permitía.

Seguimos circulando por la carretera casi sin tráfico y empezamos a sentirnos estrellas del ciclismo emulando los “demarrajes” de los más grandes para a continuación alzar los brazos en señal de victoria, uno tras otro vamos compitiendo, adelantando, retando… y con la bromica nos plantamos en Yedesa en menos de un suspiro; continuamos por la carretera que va desde Antas a Cuevas y en ese punto Richard da por finalizada su ruta pues ha quedado y va a llegar tarde; Afis Benny y yo queremos seguir “jugando” y nos metemos por las sendas tecniquillas que hay cerca del polígono “la masegosa”.

El agua caída días atrás había dejado los caminos mas durillos de lo que recordábamos pero seguimos disfrutando, hasta que llegamos a otra cuesta complicada, tanto que esta solo se plantea como opción de bajada y no de subida pues las ruedas pierden toda adherencia; la bajada es tarea difícil… de estas que pueden terminar en mala experiencia; salimos de nuevo a la carretera de Antas a Cuevas y nos desviamos hacia el Martinete para dejar a Benny en la misma puerta de su casa…

En total unos 47km en los que hubo de todo, pero sobre todo risas y una gratificante despedida de uno de los creadores de nuestro pequeño pero entrañable grupo de AMIGOS amantes de la bici.


Adjunto enlace a Wikiloc de la ruta: RUTA DEL CHACHO II